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Valoración de empresas: ¿qué es y para qué sirve?

El objetivo de las finanzas corporativas es maximizar la valoración de empresas. En ese orden de ideas, el propósito de todo gerente está encaminado a la creación de valor. Lo anterior, producto de la alineación estratégica de la compañía con una adecuada planeación financiera.

De modo que, una empresa financieramente viable es el reflejo de un entorno en donde proveedores, clientes, accionistas y bancos hacen parte de la producción de valor añadido.

Ahora bien, el principio básico de la creación de valor indica que este surge cuando las ganancias que provee una compañía son suficientes para cubrir el costo de obtención de recursos. Esto, sumado a todas las fuentes de financiación (recursos propios o terceros), que se utilizan dentro de la operación de dicha compañía.

De ahí que, la valoración de empresas permite identificar y cuantificar estos elementos, facilitando la medición del valor generado por las compañías.

¿Qué es la valoración de empresas?

Es una herramienta para determinar cuánto valor crea una organización mediante la proyección de los flujos de caja. Corresponde a la operación esperada de la compañía en el futuro.

Para realizar esta medición se utilizan criterios técnicos y financieros dentro de las proyecciones del flujo de caja. Posteriormente, se calcula el valor presente o retorno de capital del inversionista. Para ello, siempre se tiene como base la capacidad de la empresa para generar efectivo, ingresos y valor a lo largo del tiempo. Al final, mediante la integración de estas variables, se obtiene la valoración de la empresa.

Valoración de empresas y su utilidad en finanzas| Metrix Finanzas

Métodos de valoración de empresas

Para calcular el valor de una empresa existen varios métodos ampliamente aceptados. Dentro de los más utilizados están:

  1. Métodos basados en los estados financieros: permiten realizar la valoración de las empresas por medio del valor patrimonial. Este último se entiende como el valor de los activos menos los pasivos.

  2. Múltiplos comparables de mercado: permite realizar la valoración de la empresa a través de indicadores financieros de compañías semejantes; puede ser el EBITDA o la utilidad operacional.

  3. Flujo de caja descontado (FCD): consiste en traer a valor presente los flujos que se estima generará la compañía. Es el método más utilizado, dado que toma en cuenta la valía del dinero en el tiempo. A su vez, su apreciación no es estática y contempla la información histórica. Por ende, permite hacer estimaciones del comportamiento futuro de la compañía.

Cabe aclarar que este método descuenta a valor presente el flujo de caja libre (FCL); es decir, el dinero que queda disponible después de cubrir los gastos, inversiones y obligaciones de la compañía.

Método de flujo de caja descontado

Para comprender el método FCD, se deben tener en cuenta tres elementos:

  1. El costo de capital: es la tasa que se utiliza para descontar tanto los FCL como el “valor de continuidad”.

  2. La proyección del FCL: refleja en cifras el efecto del plan de desarrollo de la empresa en el horizonte de proyección determinado.

  3. El valor de continuidad (VC): se utiliza partiendo del supuesto de que la empresa valorada es un ente en marcha que continuará su operación después del último año proyectado (a perpetuidad). Estos ciclos infinitos en valoración de empresas se consideran como periodo de continuidad o terminal.

En conclusión, la valoración de empresas es una herramienta que permite identificar el valor generado en función de decisiones estratégicas. Asimismo, cuenta con diversos métodos para su desarrollo y representa una practica que fortalece la gestión corporativa.

finanzasDiego Medina